Me llamo Dolores. Soy enfermera en el hospital.

Seguramente te das cuenta de que mi trabajo implica ser una persona completamente sana. Cada seis meses me someto a un examen médico completo y, si es necesario, recibo atención especializada.

Llevo 15 años trabajando en el hospital y no he tenido ningún problema importante. Hasta este año…

Hace medio año, le comenté a la comisión médica sobre mi dolor en las rodillas. La molestia comenzó no hace mucho tiempo, pero ahora mi compañera se dio cuenta de que cojeaba al final del turno. Por si las moscas, me hicieron una radiografía y salió una articulación perfectamente sana.

Mis colegas incluso comenzaron a burlarse de mí, como que ya era la vejez y empiezan a traquear las rodillas. Si hubiera sabido entonces que un simple malestar me llevaría casi a una silla de ruedas, puede que hubiera sido más atento a estos síntomas. Pero simplemente me aconsejaron que bebiera unas píldoras y suplementos para las articulaciones, porque las pruebas fueron bastante buenas.

En nuestro hospital, aproveché la oportunidad y me hice unos masajes. Me sentí mejor, pero literalmente por unas pocas semanas. El dolor regresó rápidamente y comenzó a aumentar.

Cuando volví a los ortopedistas, me enviaron a hacer una radiografía nuevamente. La imagen mostró artritis reumatoide. Entonces me sorprendió que la enfermedad progresara tan rápido e incluso pensé que la primera foto no era correcta. Pero resulta ser más casual de lo que creemos y de hecho en el 30% de los casos, la enfermedad se desarrolla en unos pocos meses.

Esta vez me recetaron remedios más fuertes y me recetaron fisioterapia. Teniendo en cuenta la cantidad de tabletas, ungüentos y cápsulas que tenía que usar, pensé que con un arsenal así me recuperaría bastante rápido, pero no… Todo esto resultó ser un desperdicio de dinero.

Solo estaba empeorando. Las piernas me dolían no solo después del trabajo, sino todo el tiempo. La rodilla comenzó a hincharse. Incluso en reposo, sentía un dolor constante, y los analgésicos ya no aliviaban estos síntomas.

Me enviaron a una resonancia magnética que mostró que la articulación seguía deteriorándose. En ese momento me recetaron inyecciones intraarticulares y reemplacé algunas tabletas con otras aún más fuertes…

Me di cuenta de que podía terminar en una silla de ruedas y me desmayé por completo. Claro, recibí todo el apoyo de mis colegas, familiares, pero no ayudó mucho. La sola idea de que me volvería discapacitada, perdería mi trabajo, sería una carga para mis seres queridos no salían de mi mente…

Después de otra inyección, me encontré a un viejo conocido con el que estudiamos juntos en medicina. Fue trasladado a trabajar para nosotros en el hospital y se sorprendió mucho al verme con muletas. Decidimos tomar un café, recordar los años estudiantiles y contarnos lo que hacemos ahora.

Le comenté sobre mi enfermedad y de cómo iba la recuperación. Resulta que Roberto es un ortopedista y constantemente se enfrenta a tales problemas. Me recomendó que usara la crema Total Cura. Dijo que, a diferencia de otros remedios, no solo elimina todos los síntomas, sino interviene la causa misma de la enfermedad. Roberto me recomendó no dilatar e iniciar el tratamiento lo más pronto posible.

No tenía nada que perder, más o menos cremas, así que inmediatamente hice el pedido tan pronto como llegué a casa. Me la entregaron rápidamente, las instrucciones son muy claras y la composición es natural:

Aloe Vera - acelera los procesos de regeneración en los tejidos de las articulaciones, elimina los depósitos de sales.

Propilenglicol - fortalece y tonifica el tejido cartilaginoso, aumenta su elasticidad.

Ácido ascórbico - normaliza la permeabilidad de los pequeños capilares. Dilata los vasos sanguíneos, mejora el flujo sanguíneo en esta área de la articulación.

Ácido hialurónico - alivia la inflamación y la infección de los tejidos articulares, detiene los procesos de putrefacción.

Pedí un tratamiento completo, y al principio sentí cómo funcionaba. La hinchazón se bajó bastante rápido, pero lo más importante fue que casi de inmediato desapareció el dolor que no me dejaba dormir por la noche. Incluso no tenía un efecto así de los analgésicos más potentes.

Los milagros continuaron llegando. Usaba la crema 3-4 veces al día, la aplicaba en la rodilla hasta que se absorbiera por completo. Seguí el tratamiento y fue al hospital para otro examen. El médico no creyó sus ojos cuando me vio sin muletas, sin palos y sin cojear. Pero aún más se sorprendió después de los rayos.

Después de que pude lidiar con un problema tan grave, decidí que la mayor cantidad posible de personas deberían saberlo. A pesar de la eficiencia, no permitieron que ingresara al mercado al fabricante de Total Cura, inventando cientos de obstáculos (la burocracia en nuestro país no tiene fronteras). El hecho es que si este remedio aparece en las farmacias, sufrirán enormes pérdidas. ¡La farmacología es hoy un negocio!

Pero, afortunadamente, hay una salida. A través del formulario oficial, cualquier residente de nuestro país puede ordenar la crema total Cura sin recargos innecesarios directamente del fabricante!
En unos pocos meses, miles de personas ya han aprovechado esta oportunidad. Pedimos a todos los que recibieron total Cura que calificaran la efectividad del remedio en una escala de 1 a 10. Hasta el momento, más de 3,000 personas han participado en la encuesta, y la Puntuación promedio de los fondos es de 9.67 sobre 10.

Pidamos la crema total Cura para nosotros y nuestros seres queridos. Y recuerda siempre que nuestra salud es lo más importante y valioso que tenemos.

El formulario con el que pedí total Cura lo adjunto a continuación.

¡Salud!